lunes, 6 de mayo de 2019

Brevet de 400 km - La Alcarria

El Pakefte tuvo presencia en la Brevet de 400 km de la Alcarria, organizada por el GDC Pueblo Nuevo, con salida de Loeches el pasado 26 de Abril a las 20:00 h.

El siguiente vídeo muestra un resumen de la jornada...


lunes, 25 de marzo de 2019

300 de la Alcarria - 23 de marzo de 2019


Salimos de Loeches a las 6 de la mañana. Jaime, Marcin, Yolanda, Sebas y yo. Es aún noche cerrada y comenzamos el 300 de la Alcarria.

En el kilómetro 10 nos pasa un grupo enorme, de unos 25 ciclistas. Uno de ellos se descuelga de ese grupo y se queda con nosotros, se trata de José Antonio, un ciclista de Miranda de Ebro que ha visto que ese no era su ritmo. Desde aquí ya se quedará con nosotros todo el tiempo. Es su primer 300 y aunque tiene piernas y fondo prefiere quedarse con nosotros, que vamos a un ritmo más humano y más regular. Hará una labor como el que más durante la ruta.

Por la noche, ya lo sabemos los ciclistas que circulamos a veces por carreteras sin luz, no se reconoce el terreno. No sabes si lo que viene es una bajada, llano o subida. Por eso, conocer bien el recorrido, como es mi caso y el de Sebas, es una ventaja. Vamos avisando a los compañeros de lo que viene en cada momento, para que así les resulte más sencillo.

Tras la fuerte subida a Corpa, comienzan los toboganes hacia Pezuela de las Torres. Es en este terreno cuando empieza a verse al fondo un precioso amanecer, con sus característicos colores rojo-anaranjados.

Marcin comienza a irse hacia delante, pues siempre tiene su propio ritmo, distinto al nuestro. Luego le pasaremos mientras se comía un bocata en el Tajuña y llegará a Masegoso cuando nosotros ya nos íbamos. A partir de ahí no le volveremos a ver.

Llegamos a Pezuela con una temperatura muy baja, pero a un buen ritmo, todos juntos. Es en este momento cuando me doy cuenta de que vamos a llegar todos juntos de vuelta a Loeches. Jaime y Yolanda tenían sus dudas de poder seguirnos a Sebas y a mí, pero se han dado cuenta de que no vamos rápidos, simplemente vamos ágiles, regulando según las mediciones del pulsómetro y las sensaciones propias. Nos han seguido sin problema alguno. Lo cierto es que sin gastar en exceso en momento alguno de la ruta se puede ir a una velocidad de crucero ágil y avanzar bastante, dejando al cuerpo con reservas para más adelante.

La bajada de Pezuela al valle del Tajuña es gélida. El frío continuará hasta una hora más tarde. Abajo en el cruce paramos cinco minutos. Les pido a los compañeros que no perdamos mucho tiempo, y también que coman algo. Seré muy pesado desde aquí al final, alguno me habrá acabado odiando, pero todo tenía una razón de ser: La predicción del aire era en contra hasta el kilómetro 200, en Carrascosa del Campo, y más intenso ese aire mientras más tarde. Por lo tanto, mientras más tardáramos en llegar a Carrascosa, más tendríamos que sufrir los rigores del viento. Asimismo, el viento a partir de Carrascosa es favorable, pero a las seis de la tarde bajaría considerablemente su intensidad, por lo que cuanto más tiempo estuviéramos expuestos al viento a favor hasta las seis, tanto mejor. De ahí mi empeño en parar poco y el ponerme tan pesado con ello. Perdonad compañeros si en algún momento fui un poco pesado, aunque creo que os lo tomasteis todos con buen humor :-)

20 kilómetros antes de llegar al control de Masegoso propongo hacer relevos de un kilómetro, cada uno al ritmo que pueda. En ese momento se ha unido a nosotros Jose, un ciclista de Madrid que se nos unirá de forma intermitente. Los seis vamos entrando a los relevos y se nos pasa el tiempo mucho más rápido y entretenido.

En Masegoso propongo salir en 10-15 minutos, pero nos retrasamos algo, por unos problemas que tiene que resolver Sebas por teléfono.

Salimos de Masegoso con un grupo en el que va el compañero y amigo Manolo Burgos, del Pueblo Nuevo, con el que vamos coincidiendo algún tramo.

Comienza en Cifuentes una zona favorable por las muchas bajadas hasta el embalse de Sacedón. No en vano hemos llegado al punto más alto de la ruta.

Al llegar a Durón comienza una zona de toboganes, que tomamos con precaución, porque aún falta mucho. Charlando se me pasa el tiempo volando.

Seguimos a buen ritmo, parando poco y comiendo frecuentemente y en poca cantidad cada vez.

Hacemos una parada en un sitio que conozco, en la Ermita de San Andrés, al pie de la carretera entre Sacedón y Buendía. Es una ermita con un pequeño cementerio anexo, que perteneció en su día al extinto pueblo de Poyos, ahora bajo las aguas del Embalse de Buendía. Se dice que aquí fue enterrada la mítica Micaela, una historia de terror que dejaremos para otro día.


Al llegar a la Presa del embalse de Buendía cogemos un atajo que conozco, con el que nos ahorramos unos cien metros… Pero la ocurrencia sirve para sacar la sonrisa y provocar el chascarrillo entre los compañeros, que era en definitiva lo que se pretendía ;-)

Decidimos seguir pedaleando hasta Garcinarro y comer allí, pues vamos bien de tiempo y ni Sacedón ni Buendía nos parecían adecuados para la comida, por ser demasiado pronto. Es una zona con tendencia a subir, pero vamos ágiles, rápidos y fáciles. Sólo Jaime se queda a veces un poco en las cuestas, pero porque decide subir a su ritmo. Jaime es un tío muy juicioso que conoce bastante sus límites y no quiere comprometer el 300 con un ritmo mayor en las subidas. A todos nos parece fenomenal, tampoco es tanto lo que se queda (ni siempre), son sólo unos pocos metros, y normalmente nos quedamos siempre alguien a esperarle.

El aire está pegando en contra, pero menos fuerte de lo que creíamos, aunque a veces las espigas nos dicen que flojo tampoco es. Lo mismo es que estamos más fuertes de lo que pensamos, jejejeje.

En Garcinarro paramos a comer en un bar. Básicamente comemos lo que llevamos y pedimos algo de beber.

El día se ha nublado y ya va a estar así hasta que anochece. Eso no es malo, mucho sol tampoco hubiera sido muy bueno.

En Carrascosa ponemos nuestro tercer sello en la credencial. La velocidad media nos ha bajado algo por las subidas y el viento, pero sabemos que ahora viene una zona bastante favorable, por el viento y por las bajadas. Al salir se da por primera vez la peculiaridad de que son los compañeros los que me dicen que me dé prisa, que ellos están listos. ¡Muy bien!

Salimos con David Rodríguez y el grupo con el que va, que son bastante más rápidos que nosotros, aunque paran más, por eso vamos juntos a esa altura. El tramo favorable hasta El Ballestar lo hacemos volando, pero una vez más sin forzar en las subidas, por eso el grupo de David se nos acaba marchando. Antes de llegar a Estremera incluso nos llueve en algún momento, algo que no estaba previsto, pero que tampoco fue muy traumático, excepto para Yolanda, que no le gusta nada la lluvia en la bici.

En Estremera iba convencido de que había que sellar, pero me corrigen de mi error los compañeros.

Bajada rápida a Carabaña, donde me vuelvo a encontrar a David Rodríguez. Allí comienza una larga subida que hago en paralelo junto a David, charlando de nuestras cosas y a bastante ritmo. Me sorprende ir tan bien a estas alturas de la película. Eso me anima de cara a los retos que están por venir este año. Arriba esperamos al resto del Pakefte y salimos los seis que hemos hecho gran parte de este recorrido juntos: Jaime, Yolanda, Sebas, Jose Antonio, Jose y yo. Está atardeciendo y no va a tardar mucho en anochecer del todo, así que vamos rápido intentando llegar antes de que no se vea nada, pues en la bajada de Campo Real a Loeches el arcén suele tener alguna que otra piedra y de noche cerrada no se ven bien.

Llegamos a las 20 horas a Loeches. 14 horas de ruta en total, incluyendo paradas. 12 horas y 15 minutos en movimiento me salen a mí, lo que supone 24,7 km/h de media.

Había hecho una tabla con tiempos de paso para llegar a las 20,30, por lo que nos adelantamos media hora con respecto a esa hora al final. Por lo tanto, un diez para todos.

Yo acabé con buenas sensaciones y contento de que hayamos podido ir todos juntos. Muy satisfecho de cara a lo que está por venir más adelante.

Sebas contento por haber superado las crisis que venía teniendo en los últimos brevets. Le vi muy sensato en su rodar y pletórico de fuerzas.

Yolanda contenta por haber finalizado su primer 300, y además con nota, que estuvo tirando del grupo como una más.

Jaime contento, y un tanto sorprendido por haber terminado a una media de 24 km/h en movimiento en un 300. Tremendo el 300 que se ha marcado con la escasa preparación que traía.

José Antonio feliz de haber hecho su primer 300. Aquí hay randonneur potencial. Si no viviera tan lejos, le ficharíamos para el Pakefte seguro. Aunque puede que volvamos a coincidir en algún otro brevet.
 
Felicidades a todos. Hicimos un fabuloso equipo, sin fisuras, sabiendo regular y entendiéndonos. Lo pasamos bien, nos reímos, disfrutamos de unos paisajes muy bonitos (que podrían ser mejores si no fuera por la sequía que tiene al campo un tanto triste), y conseguimos hacer un magnífico brevet, saliendo con sensaciones muy positivas por parte de todos.

Marcin sabemos que llegó poco después. Bravo por él también.

Gracias al GCD Pueblo Nuevo por la organización.

¡Hasta la próxima!

-Juan Merallo Grande-